esteparia

creí que había domado el lobo.
amansado me pareció verlo
acurrucado en el fondo
las pequeñas ferocidades dormidas

creí, y sin embargo
en cualquier momento
me muerdo la mano

1 comentario:

Radio AM. dijo...

El lobo es lobo. Esa es una verdad zen. Es como la historia del escorpión y la rana. Estoy bastante convencido de que se puede confiar en el lobo de los otros, pero nunca en el propio. Pero esa discrepancia de fuerzas opuestas, nuestro vilo ante el peligro siempre inminente, eso es lo que nos mueve. Sin lobo, no tendríamos la oportunidad de cuidar nuestro rebaño con tanto amor y dedicación.