suicidio matinal

una gota de miel
asomada al precipicio del frasco
derramándose lenta y perezosa
una línea húmeda de oro
deslizándose mansa pero fatal
dorado cristal líquido cuesta abajo
el dulce suicidio de una gota sobre la mesa de madera
el vestigio ambarino de lo que fue
las tazas humeantes de testigo
y el sol, indolente, desayunando en la ventana

1 comentario:

Anónimo dijo...

te afectó bastante que se haya terminado el frasco, al parecer...