siesta
calor dulce de siesta
un pasadizo de bienvenida sombra
entre árboles perfumados
un silencio desconocido en la calle
deliciosamente irrepetible de tan simple
la bici desgarra impunemente
la alfombra lila de jacarandaés
y descubre, disimulado entre el asfalto
revuelto de plumas, tripas, sangre
se equivocó la paloma, se equivocaba
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